jueves, 5 de noviembre de 2009

Pueblos con encanto: Port de la Selva (I)











El Port de la Selva es un precioso pueblo ubicado en la comarca del Alt Empordà entre los no menos bonitos pueblos de Cadaqués y Llançà.
Está constituido por una población de unos 1000 habitantes a los que se denomina selvatàns (aunque algunos prefieren que se les llame Ramón, Josep, Joan, etc) que se multiplica por diez en los meses de verano.
¿Cómo llegar?
Los que vengan desde Barcelona (pixapins!!!) :por la AP7 dirección Francia y salir por la salida Figueres (podéis aprovechar para ver el Museu Dalí del que hablaré otro día) y , a partir de ahí, hay diversas opciones (por Roses, ir hasta Llançà y retroceder , directamente, etc).
Pero, pero...¿qué hay en el pueblo para ver?
Para empezar, el pueblo en su totalidad.
Me encantó el puerto (ver foto , magnífica, como siempre); no me disgustó la Església de Santa María de les Neus (ver foto) cuya reconstrucción se inauguró en 1944.
En ella se venera una imagen de Sant Pere procedente, mira tu que casualidad, del monasterio de Sant Pere de Rodes, al que dedicaré unas páginas aparte, porque tu lo vales!!
No dejéis de visitar el pueblo y/o su web (del ayuntamiento, se entiende):

lunes, 2 de noviembre de 2009

Escatrón (y 2)















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Muy cerca de Escatrón nos topamos con el magnífico Monasterio de Rueda.
Os prguntaréis por qué se llama así.
¿Acaso lo fundó Belén Rueda? ¿Lo patrocina Michelín?
Pues no, pandilla de zoquetes.
Se llama así por la enorme noria (véanse espléndidas fotografías adjuntas) ubicada en el huerto del monasterio.
Se trata de un monasterio cisterciense fundado en el año 1202 ....¿cómo?¿que no sabes qué quiere decir cisterciense?
Pues el císter es una orden religiosa de la regla de San Benito (ergo Benedictina) fundada por San Roberto.
En su momento de esplendor, el monasterio dio predicamento a 35 pueblos (que no está mal).
En 1835 , en la desamortización (iniciada por Godoy a finales del siglo XVIII y que consistía en redistribuir las riquezas "muertas" sobre todo de la Iglesia) dejó prácticamente sin patrimonio al monasterio.
Debido a ello, en cuanto a la ornamentación del templo (dentro del monasterio),queda poca cosa.
Llama la atención el campanario ubicado en una torre de base octogonal.
Vale la pena visitarlo.
Por cierto, hay parking y restaurante.
Hala, que os cunda.